lunes, 16 de febrero de 2009

Despertar Temporal

Eran las 10:20 de la mañana en un día feriado. Normalmente hubiese dormido hasta pasado el mediodía, pero esta vez algo me mantenía despierto. Mi noción de tiempo había cambiado por completo, pues sumado a una angustia inconsciente y a un silencio embriagante, esta nueva sensacion de pertenencia en el espacio era solo un pequeño adelanto de lo que estaba por venir.

Habían pasado al menos cuatro horas y nada había cambiado, la habitación desordenada, desacoplada para oír el canto de una guitarra. El tiempo pasaba lento, en silencio, sin esfuerzo alguno encontraba un segundo que parecían mas bien treinta minutos. Todo era tan relativo dentro de esta habitación.

Comencé a pensar. ¿Sería relativo el tiempo que me pediste? ¿O tan solo era una excusa? Fuese como fuese, ya mi mente había comenzado a maquinar. Como de costumbre. A buscar el error en el sistema, el hueco por donde salia el agua en la tubería, la imperfección, en fin, yo, como siempre estaba buscando un rasgo de humanidad.

No me había percatado que nuestra humanidad estaba alrededor de todo el asunto. No recordaba que esta situación ya la había vivido yo – exactamente la situación que tu vives ahora. No me acordaba que en su momento para mi fue mas fácil decir adiós a una relación a distancia y quedarme infelizmente con mi pareja.

Le tenia mucho cariño por supuesto, nos unía un tiempo y un espacio, una historia predestinada al fracaso. Eramos tan solo amigos ella y yo, pero había una tercera persona y yo simplemente decidí echar mi suerte a un lado y
jugarme lo mas seguro, tal como dictaba el sentido común.

Unos años mas adelante y karma mediante, ahora soy yo esa tercera persona. Quien dentro de la distancia ha sido negado de una oportunidad aun tratándose de un amor verdadero que ha sobrevivido desde que eramos un par de niños. De pronto, sentí que no debía comparar, pues yo era distinto a la tercera de mi historia, casi nos conocíamos, solo nos unía un sexto sentido de habernos conocido anteriormente y probablemente en otra vida.

Por un momento comencé a sentir los escalofríos de las cinco de la tarde. Pensando que el día estaba pasando mucho mas lento de lo normal. Y así era, entre mis pensamientos y tu silencio como yo hurgaba en el basurero de mi mente todas las posibles alternativas que podrían haberte llevado a tomar la decisión que tomaste.

Individualmente, puedo sentirme un poco identificado pues yo viví la situación. Terminar no es fácil, olvidar los besos, una sonrisa, no es fácil, incluso cuando la otra persona no es para ti. Vivir infeliz para hacer a otra persona feliz no es fácil, ni me lo preguntes a mi, aguanté un poco hasta que no se pudo mas y luego apareció alguien mas para hacerme olvidar todo.

Si, yo se muy bien en cual situación te encuentras. Por eso tan solo necesitaste un par de días para tenerle mas lástima, para decidir quedarte con el pues tu también tienes miedo de estar sola aun sabiendo que en un punto del futuro vas a volver al mismo punto medio y todo va a volver a estallar. La olla a presión no va a poder mas y el proceso deberá esperar por un final.

Yo estaré sentado en un banco, leyendo las memorias de una primavera que pasó, inseguro de la falta de temporalidad del momento. Pero en ese día agobiante, todavía eran las siete de la noche y me encontraba dialogando conmigo mismo. Trasladando mi imaginación de puerta en puerta por toda tu ciudad, buscando un numero ganador, entre sombras del pasado y llantos del futuro.

Había comprendido que - tus razones mas allá de haber sido llevadas a cabo por temor - la situación
ameritaba un silencio natural y la falta de rapidez temporal. Era sencillo darse cuenta que extrañaba el tiempo que pasaba contigo y extrañaba tu amistad por sobre todas las cosas.

Después de todo, el tiempo que una vez me habías pedido estaba siendo devuelto con intereses. La hipoteca temporal estaba
dejandome arruinado y había decidido gastar una fortuna en ello. Quería, por momentos ser telepata, para poder expresarte lo que sentía. Quería meterme en tu mente para saber que era lo que de verdad pensabas, pues no habías sido del todo sincera conmigo.

Preocupado y triste dentro del abismo temporal y relativo, pensé que tal vez tu eras mucho mas volátil que yo. Que tu espíritu era mas cambiante de lo normal, pero al mismo tiempo me contradecía, pues al fin y al cabo estabas dejando ir algo siempre nuevo, por la tradición de volver a llorar. Y en ese momento supe que jamas hubieses aguantado.

Pero tampoco debía importarme mucho, pues tu habías decidido ser infelizmente feliz. Tus palabras habían comenzado a cambiar, tus promesas se habían vuelto aire. Sin embargo, me dijiste que todo era cierto, pero hoy yo te pregunto:

¿Por que tengo que estar tan despierto?

Son tu tiempo y tu silencio, los que me quitan el sueño… De pronto, hasta perdí a mi amiga temporalmente.

No hay comentarios:

Powered By Blogger